Hace unos meses tuve la oportunidad de compartir un desayuno coloquio con David Tomas en el que hablamos de la felicidad en el trabajo. Fue realmente inspirador escuchar las distintas políticas de bienestar que aplican en el grupo Cyberclick (primer premio Best Workplaces Pymes ’15 y’16) para hacer de la empresa un lugar feliz. Entre todas ellas, quedé impresionado por su proceso de selección . Quizá porque yo era de los que solía guiarse por la intuición cuando tenía que contratar a alguien.
El proceso selección en Cyberclick es largo, sistematizado y hasta peculiar. No solo por la importancia que se da a los valores de la persona sino porque todo el equipo que trabajará con el nuevo candidato participa en la elección.
Comienza una vez comprobado que la persona tiene los conocimientos técnicos básicos requeridos para la posición. Entonces se ponen todos los esfuerzos en asegurar que encaje dentro del equipo y de la compañía:
- • se realizan hasta 7 entrevistas diferentes
- • se hacen llamadas de referencia
- • el candidato realiza diferentes pruebas
- • todos los miembros del equipo deben estar de acuerdo en que el candidato es el idóneo, tanto en el momento de la contratación como después de los dos periodos de prueba (3 semanas y 3 meses)
El objetivo es claro. David Tomas quiere asegurarse de que las personas que trabajan en Cyberclick encajen con los valores y el espíritu de la compañía (una vez comprobados sus conocimientos técnicos). Quiere minimizar el error que supondría contratar a alguien que quisiera remar en una dirección diferente al resto. Y el esfuerzo aplicado en un proceso de selección tan exhaustivo tiene su recompensa.
Cuando los valores de la persona están alineados con los de la organización es más fácil que todo fluya, que la persona esté más a gusto, más feliz. Como consecuencia, tendrá un mayor compromiso y podrá aportar más. A su vez, estará más motivada, lo que se traducirá en mayor productividad y fidelidad a la organización. Así de simple.
Si además nos aseguramos de que la persona posee una excelente actitud positiva , capaz de resolver problemas, crear oportunidades, y contribuir a un buen ambiente de trabajo, habremos hecho pleno.
El proceso de selección puede ser largo y hasta costoso. Pero cuando encontramos un candidato que conecta con los valores, la actitud y la cultura la de la organización, no solo nos aseguraremos el máximo rendimiento de los equipos, sino que estaremos contribuyendo a crear una empresa más feliz.
¿No crees que merece la pena?
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